por El Colef
26/11/2024 17:25 / Uniradio Informa Baja California / Columnas / Actualizado al 26/11/2024
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó al Congreso el Paquete Económico para el 2025, mismo que define el rumbo de las políticas de la administración de la Presidenta Claudia Sheinbaum durante su primer año de gobierno. En medios se ha cuestionado la propuesta, pues reduce considerablemente el presupuesto para rubros como, entre otros, defensa nacional, seguridad y protección ciudadana, y salud. El responsable de la dependencia, Rogelio Ramírez de la O, ha explicado los ajustes realizados, enfatizando que los propósitos de bienestar y desarrollo nacional no se verán mermados. Al margen de lo que ocurra con dicho paquete durante su paso por el legislativo, es claro que los principios de austeridad republicana, lucha contra la pobreza, honestidad y combate a la corrupción seguirán siendo propósitos gubernamentales ineludibles.
En política ambiental el panorama se torna complicado pues el monto que recibirá la dependencia del sector (Semarnat) se anuncia con un diferencial negativo de poco más de 39 por ciento respecto del año anterior. Del gasto previsto para los diferentes ramos administrativos en 2025 -un total de $2,123,322,482,057.00 MN-, recibirá acaso poco más de 2 por ciento (las más beneficiadas son Bienestar y Educación Pública, con 27.3 y 21.2 por ciento del total, respectivamente).
Los aspectos ambientales que se priorizan quedaron enmarcados en el documento denominado Estructura Programática a Emplear en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de 2025, que la propia SHCP presentó en junio a la Cámara de Diputados. Dentro de las categorías base se aprecia que el ramo administrativo 16 (ambiente y recursos naturales) exhibe 100 modalidades o programas presupuestarios, los cuales se agrupan en tres finalidades esenciales: Desarrollo Social, Desarrollo Económico, y Gobierno; con números de programas de 66, 33 y 1, respectivamente. Puede apreciarse el matiz social que la federación imprime al sector, pues al menos cuantitativamente da menor peso al rubro económico.
En la finalidad de desarrollo social, se significan dos funciones principales: I.- protección ambiental y II.- vivienda y servicios a la comunidad; y adentrándonos en la primera, se apuntan cuatro subfunciones relevantes: a) Administración del agua; b) Ordenación de aguas residuales, drenaje y alcantarillado; c) Defensa de la diversidad biológica y el paisaje; y d) Otros temas de salvaguarda ambiental.
Se desprende que la política del sector seguirá distinguiéndose por focalizar dos ámbitos ya tradicionales: agua y biodiversidad, si bien los fines mayores seguirán persiguiéndose en un entorno de precariedad, que obligará a seguir haciendo más con menos.
Considero que en el espacio de temas adicionales de resguardo ambiental debiera quedar incorporada una problemática preocupante, que he abordado con anterioridad: el transporte transfronterizo de residuos peligrosos de Estados Unidos hacia México; concretamente, baterías de plomo-ácido para el reciclaje del tóxico metal. Se trata de un fenómeno que ha ocurrido por décadas, a sabiendas de los graves daños que ocasiona a los sistemas ecológicos y la salud de la población; pero hasta hoy el afán de lucro ha podido más. Esperemos que la Dra. Alicia Bárcena, titular de la Semarnat, lo sopese.