Bono Verde para Baja California
En memoria de mi estimado amigo y colega
Dr. Guillermo Alonso Meneses+
Alfonso Andrés Cortez Lara[1]
El pasado 9 de marzo, la gobernadora del Estado de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, anunció un financiamiento más del Banco de Desarrollo de América del Norte (NADBank, por sus siglas en inglés) por 3 mil millones de pesos para el desarrollo de infraestructura hídrica. Dicho financiamiento, oficialmente denominado: Bono Sostenible para los Servicios Públicos de Agua del Estado de Baja California, o Bono Verde, como se le conoce coloquialmente, fue certificado el 1 de diciembre del 2022 y busca beneficiar a una población de 3 millones 263 496 habitantes del estado. Considera algunos conceptos poco novedosos y otros interesantes, toda vez que se apegan a los compromisos de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2023 sobre Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas.
Los conceptos en mención, que ya previamente han recibido financiamiento del NADBank, se refieren a diversas obras tendientes a incrementar el acceso al agua potable, drenaje sanitario y tratamiento de aguas residuales. En este sentido, se enfatiza en los multicitados proyectos de ampliación al doble de su capacidad de la Planta Internacional de Tratamiento de Aguas Residuales (PITAR) en San Diego, California, el incremento del aprovechamiento de aguas residuales tratadas provenientes de las plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) La Morita y Arturo Herrera en Tijuana y otras obras no especificadas de mejora de gestión y uso del agua en la cuenca del río Colorado. Complementariamente, los conceptos novedosos del Bono Verde se refieren a los proyectos que buscan abatir la pobreza de comunidades y zonas marginadas y la búsqueda de la justicia hídrica en el sentido de equidad de género, lo cual es algo que se ha buscado de manera insistente desde mucho tiempo atrás.
Vale la pena subrayar que Baja California es uno de los estados de la frontera norte de México que más créditos y recursos a fondo perdido del Fondo de Infraestructura Ambiental Fronteriza (BEIF, por sus siglas en inglés) ha obtenido de esta instancia financiera binacional desde 1997, estos apegados a distintos programas tales como el de Frontera 2012, Frontera XXI, Frontera 2020, Frontera 2025, etc. El número de proyectos previos para estos mismos conceptos de agua potable, alcantarillado y saneamiento es de dieciocho por un monto total de 171.84 millones de dólares (MDD), que con el tipo de cambio actual equivaldría a 3 mil 093 millones de pesos, una cifra similar al monto que recientemente anunció la gobernadora para el Bono Verde.
Entre los proyectos financiados previamente por el NADBank para Baja California, sobresalen cinco por su alcance, impacto y monto financiado: en 1997, las obras paralelas de saneamiento de Tijuana por 21.96 MDD, beneficiando a 1 millón 540 072 habitantes; en 2001, las mejoras y rehabilitación del sistema de alcantarillado sanitario de Tijuana por 23.11 MDD, beneficiando a 1 millón 012 300 habitantes; en 2007, el alcantarillado y saneamiento de Mexicali (conocido como Mexicali IV) por 18.95 MDD, beneficiando a 20 120 habitantes; en 2012, la planta desaladora de Ensenada por 31.6 MDD, beneficiando a 96 000 habitantes; y en 2018, la planta desaladora en San Quintín de 36.61 MDD beneficiando a 86 414 habitantes.
Hago mención puntual de estos proyectos financiados previamente porque los diagnósticos para justificar las solicitudes actuales son los mismas que en 1997, sin embargo, la problemática aún persiste. La idea es dejar claro que la gestión y aplicación del financiamiento no ha sido eficaz ni efectiva por decir lo menos, y eso que solo estoy hablando de los recursos provenientes del NADBank, hay que recordar que Baja California ha obtenido significativos financiamientos de otras fuentes internacionales tal como el "Crédito Japonés" del Banco Japonés para la Cooperación Internacional (JBIC, por sus siglas en inglés) que prestó más de 22 mil 148 millones de Yenes desembolsados entre los años 2000 y 2009, para precisamente financiar obras de agua potable, drenaje y saneamiento en Ensenada, Tijuana y Mexicali. Inclusive, el proyecto de la PTAR Tecolote-La Gloria tuvo financiamiento para la obra de construcción completa por parte de JBIC y después, en 2011, apareció nuevamente en el listado de proyectos financiados por NADBank con el concepto de construcción por un monto de 4.13 MDD y que beneficiaría a los mismos 187 000 habitantes de la zona suroeste de Tijuana. Esperemos entonces que este nuevo financiamiento de Bono Verde con recursos no reembolsables provenientes del NADBank (BEIF) sí se apliquen y aprovechen adecuadamente, a través de mecanismos transparentes y donde la vigilancia social ahora si juegue un papel central para su cabal cumplimiento.
[1] Director de la Unidad Mexicali, El Colegio de la Frontera Norte. acortez@colef.mx