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Derechos Humanos en México: Entre promesas y desafíos

El 10 de diciembre marca la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, una ocasión propicia para reflexionar sobre los principios fundamentales de equidad, justicia y dignidad que deben ser respetados y protegidos universalmente
Isidro Aguado Santacruz Archivo

_"El respeto y la garantía de los derechos humanos no son una concesión, sino un compromiso irrenunciable con la dignidad humana."_
--Eleanor Roosevelt

Por Isidro Aguado Santacruz

El 10 de diciembre marca la conmemoración del Día de los Derechos Humanos, una ocasión propicia para reflexionar sobre los principios fundamentales de equidad, justicia y dignidad que deben ser respetados y protegidos universalmente. Este año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha elegido como lema "Nuestros derechos, nuestro futuro ¡Ya!", subrayando la necesidad imperiosa de colocar los derechos humanos en el centro de las soluciones a los problemas más apremiantes de nuestra era.

Esta fecha no solo es un recordatorio de los compromisos asumidos hace más de siete décadas con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sino también una invitación a redoblar esfuerzos para garantizar que esos ideales se traduzcan en realidades tangibles para todos.

Volker Türk, el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, subrayó en su mensaje conmemorativo: "Los derechos humanos son acerca de las personas. Tienen que ver contigo y tu existencia: con lo que necesitas, esperas, temes y aspiras para el presente y el futuro"..

En México, garantizar plenamente el respeto y la aplicación efectiva de estos derechos continúa siendo un desafío sin resolver. De acuerdo con el Informe 2024 elaborado por el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED-UNAM), persisten notables atrasos en materia de derechos económicos, culturales y ambientales. Este panorama evidencia cómo la desigualdad estructural sigue impactando negativamente la vida de millones de personas en el país.

El informe señala que el 40% de los mexicanos vive en condiciones de pobreza, una cifra alarmante que pone en evidencia las carencias en servicios básicos como salud, educación y vivienda. A esto se suman graves violaciones a los derechos humanos, tales como la violencia de género, las desapariciones forzadas, la represión contra defensores del medio ambiente y los preocupantes índices de homicidios y feminicidios.

La creación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en 1990 representó un avance significativo para la vigilancia y defensa de estos derechos en el país. Sin embargo, su papel se ha visto comprometido en los últimos años. Durante la gestión de Rosario Piedra Ibarra, nombrada titular de la CNDH en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la cercanía con el poder debilitó la independencia de la institución, dejando a miles de personas en situación de desamparo.

Además, la CNDH no ha cumplido varios compromisos internacionales, acumulando más de 320 recomendaciones no atendidas, según datos de la ONU. Pese a estas fallas, Piedra Ibarra fue reelecta para el periodo 2024-2029, una decisión que generó críticas debido a la falta de resultados en su gestión anterior.

Frente a este panorama, diversos sectores de la sociedad han exigido que la CNDH recupere su papel como un organismo autónomo y activo en la defensa de los derechos humanos. Se espera que en este nuevo periodo, la institución no solo documente y denuncie violaciones, sino que emita recomendaciones efectivas y colabore con organismos internacionales para enfrentar los retos actuales con mayor determinación.

En este contexto, México ha sido designado como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para el periodo 2025-2027, un reconocimiento que exige coherencia entre los estándares internacionales que el país promueve y las acciones que lleva a cabo a nivel interno.

¿Está la CNDH a la altura de esta responsabilidad? Excelente inicio de semana lectores.

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