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Encuentro de dos Mundos

"La historia no es solo lo que ocurrió, sino lo que recordamos y cómo lo interpretamos.", John H. Arnold
Isidro Aguado Santacruz Archivo

Este viernes en "Cambio de ritmo", como cada semana, hacemos una pausa en los temas actuales para reflexionar sobre hechos históricos que han marcado el curso de nuestra cultura y sociedad.

Hoy, nos detenemos en una fecha trascendental, una que sigue resonando a lo largo de los siglos. El 12 de octubre, un día que ha tenido distintos nombres y significados, nos invita a mirar atrás para entender mejor el presente. Acompáñenme en este recorrido, en el que desglosaremos el legado y la evolución de un evento que no solo transformó a España y América, sino que dejó huella en la historia mundial.

El 12 de octubre es un hito en la cronología de España y América Latina, conocido por varios nombres como Día de la Hispanidad, Día de la Raza o Fiesta Nacional de España. Esta conmemoración surgió, en un principio, para rememorar el arribo de Cristóbal Colón al continente americano en 1492, un suceso que cambió radicalmente el destino de varias civilizaciones. Con el paso del tiempo, la celebración ha ido tomando otros significados, convirtiéndose en un símbolo de reflexión sobre el intercambio cultural entre las naciones hispanohablantes.

Aunque este "Encuentro de Dos Mundos" tuvo como principales protagonistas a España y las tierras americanas, su repercusión fue de alcance global. Las ideas, los saberes científicos y las costumbres compartidas entre los pueblos indígenas y los colonizadores europeos impactaron de manera significativa en el desarrollo cultural de ambas partes. Este intercambio mutuo ha sido clave en la evolución de la humanidad, marcando un antes y un después en la historia mundial. Sin el legado de la hispanidad, el curso de la civilización habría tomado caminos muy diferentes.

Fue en 1892 cuando España declaró el 12 de octubre como su Fiesta Nacional, con motivo del IV centenario del descubrimiento de América. Este acontecimiento no solo impulsó la exploración de vastas tierras desconocidas, sino que también propició la expansión de la lengua y la cultura española en todo el continente americano.

Sin embargo, esta fecha no quedó anclada en el recuerdo de aquel momento histórico. En 1913, la Unión Ibero-Americana, una organización cuyo objetivo era estrechar los lazos entre España y América Latina, propuso celebrar la "Fiesta de la Raza" el 12 de octubre. Este concepto tenía la intención de destacar los vínculos culturales y lingüísticos que unían ambas orillas del Atlántico.

Uno de los mayores defensores de esta idea fue Manuel de Saralegui y Medina, director de la revista oficial de la Unión Ibero-Americana, quien en 1914 escribió un artículo explicando que la celebración debía ser una jornada para unir a todos los pueblos hispánicos en paz y fraternidad, más allá de victorias bélicas o derrotas.

El catedrático Antonio García Jiménez de la Universidad Rey Juan Carlos subraya que la idea de hacer del 12 de octubre una Fiesta Nacional en España provino de los propios países iberoamericanos. En 1918, España adoptó esta propuesta, convirtiendo la fecha en un día oficial de descanso nacional.

Al principio, las celebraciones tenían un carácter más cívico que militar. Pero en la década de 1920, la situación política y la guerra en Marruecos dieron mayor protagonismo al ejército en los actos conmemorativos, reflejando el espíritu patriótico de la época. Durante esos mismos años, el sacerdote Zacarías de Vizcarra propuso cambiar el nombre de la festividad a Día de la Hispanidad, señalando que el término "raza" no representaba la diversidad de los pueblos hispanoamericanos. Esta idea fue apoyada por el escritor Ramiro de Maeztu, quien argumentó en la revista Hispanidad en 1935 que "Hispanidad" debía entenderse como una unión cultural, no racial, al igual que el concepto de "Cristiandad".

Con la llegada de la democracia a España, el Día de la Hispanidad fue oficialmente rebautizado en 1987 como Fiesta Nacional de España, un nombre que pretendía reflejar tanto la unidad como la diversidad del país, así como su conexión histórica con América Latina.

La conmemoración de 1992, coincidiendo con el V centenario del viaje de Colón, marcó un cambio de enfoque. En lugar de centrarse exclusivamente en el descubrimiento de América, se adoptó la noción de un Encuentro de Dos Mundos, una interpretación que buscaba equilibrar las perspectivas de ambas orillas del Atlántico y reconocer el impacto de este suceso tanto en los colonizadores como en las culturas indígenas.

En este Encuentro de dos mundos, es esencial reconocer que el 12 de octubre trasciende la mera conmemoración de un evento histórico. Esta fecha nos invita a reflexionar sobre el legado cultural compartido entre España y América Latina, así como sobre los desafíos que aún enfrentamos en la construcción de un futuro en el que la diversidad sea celebrada y respetada. Al mirar hacia atrás, encontramos no solo un pasado que nos une, sino también una oportunidad para fomentar el entendimiento y la fraternidad entre las naciones hispanohablantes, recordando que nuestro patrimonio común es un puente hacia el diálogo y la cooperación en el presente y el futuro.

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