06/12/2024 16:59 / Uniradio Informa Baja California / Columnas / Actualizado al 06/12/2024
_"La calidad de una sociedad se mide por la forma en que trata a sus niños."_ — Nelson Mandela
Por Isidro Aguado Santacruz
El décimo aniversario de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y la casi una década del Sistema Nacional de Protección Integral (SIPINNA) nos invita a reflexionar sobre los logros alcanzados y las dificultades que aún frenan la plena protección de los derechos infantiles en nuestro país.
Aunque se han dado pasos significativos hacia un marco normativo más robusto, persisten desafíos que requieren atención prioritaria y acción inmediata.
Durante un encuentro virtual organizado por Compromiso con la Infancia, titulado Diez años de avances y desafíos en la protección infantil en México, expertos en derechos humanos y representantes de organizaciones sociales pusieron sobre la mesa las desigualdades que afectan a los menores más vulnerables. Niños y niñas en comunidades indígenas, rurales y afrodescendientes siguen enfrentando barreras que perpetúan su exclusión, a pesar de los esfuerzos institucionales por garantizar su bienestar.
Uno de los mayores obstáculos radica en los limitados recursos financieros destinados a los sistemas de protección infantil. Las procuradurías locales y programas del SIPINNA operan con presupuestos insuficientes, reduciendo su capacidad para atender a quienes más lo necesitan. Este panorama se complica aún más con una cultura social y política que sigue centrada en las perspectivas adultas, dejando de lado la participación activa de niños y adolescentes en decisiones que los afectan directamente.
La inseguridad en el país, marcada por más de 17 años de crisis de violencia, intensifica la vulnerabilidad de la niñez.
Desde desapariciones forzadas hasta orfandad, reclutamiento por parte de grupos criminales y feminicidios, la niñez mexicana enfrenta un panorama alarmante que exige medidas urgentes y contundentes.
Otro desafío crítico es la situación de los niños migrantes y refugiados, quienes enfrentan riesgos graves como la explotación, el abuso y el abandono debido a políticas migratorias restrictivas y la falta de mecanismos efectivos de protección. La necesidad de articular una respuesta regional y coordinada, en la que participen múltiples naciones, se ha vuelto imperativa para garantizar su seguridad y derechos.
A pesar de estos retos, se reconocen avances importantes, como la incorporación del enfoque de derechos humanos en las políticas públicas y la prohibición del matrimonio infantil. También se ha trabajado en programas que previenen la violencia intrafamiliar y fortalecen alternativas de cuidado para menores en situación de desamparo. Estas acciones, junto con la armonización constante de las leyes nacionales con tratados internacionales, han abierto nuevas oportunidades para atender a los grupos más vulnerables.
Sin embargo, los especialistas reiteraron que el éxito de estas iniciativas depende de un compromiso político sostenido, una mayor asignación de recursos y la capacitación continua del personal involucrado en estos programas. También se propuso la creación de un mecanismo de cooperación internacional enfocado en la protección de niños migrantes, que fomente la corresponsabilidad entre los países de la región.
El SIPINNA, como pilar central de la protección infantil en México, debe mantenerse como prioridad en la agenda pública y fortalecerse desde los niveles más altos del gobierno. Sin liderazgo y recursos adecuados, los avances logrados corren el riesgo de diluirse ante las múltiples barreras que aún persisten.
Es imprescindible recordar que proteger a la niñez no solo es un acto de justicia, sino una inversión en el futuro de nuestra sociedad. En palabras de uno de los expertos, "invertir en la niñez no solo garantiza su bienestar, sino también el futuro de toda la sociedad."
Como cada semana en Cambio de Ritmo, les dejo esta reflexión y mis mejores deseos. Que tengan un excelente fin de semana, estimados lectores.