16/03/2023 07:24 / Uniradio Informa Baja California / Deportes / Actualizado al 16/03/2023
CIUDAD DE MÉXICO, (EL UNIVERSAL).- Ya con la ventaja de 7-2 y mientras Adrián Martínez seguía con el dominio del pitcheo tricolor sobre el bateo canadiense, Randy Arozarena deleitó a sus fanáticos en el jardín izquierdo.
Porque uno de los principales cañoneros de la Selección Mexicana de Beisbol tiene tiempo para todo: Produce carreras (ayer fueron cinco), realiza grandes atrapadas, firma cuanto guante le es acercado y posa para innumerables fotografías, sin importar que su equipo esté a la defensiva.
El cubano naturalizado mexicano quería gozar el momento. Al fin cumplió el sueño de devolverle algo al país que lo acogió y le permitió desarrollarse como pelotero, cuando militó con los Leones de Yucatán, antes de explotar todo su talento y volverse una estrella en las Grandes Ligas, con la franela de los Rays de Tampa Bay.
Es por eso que no le importó que el juego estuviera en desarrollo. Él firmó guantes de todos tamaños y posó para innumerables instantáneas, justo después de pegar el segundo batazo que impulsó al Tricolor a la victoria sobre Canadá (10-3), esa que le dio el liderato del Grupo C en el Clásico Mundial de Beisbol y el boleto a los cuartos de final, ronda que disputará en Miami, frente a Puerto Rico.
Opacado por Joey Meneses en los primeros tres juegos del torneo, Arozarena había sido una parte fundamental del lineup, pero ayer desempeñó el rol protagónico en el Chase Field, sobre todo con ese mágico doblete que vació la casa en la parte alta de la sexta entrada.
Luis Urías, Alek Thomas y Austin Barnes llegaron a home con su batazo, ese que hizo explotar a miles de aficionados en las gradas del Chase Field, que ayer concluyó su actividad en el Clásico Mundial.
No es el caso del Tricolor, que también tuvo en el bateador designado Rowdy Téllez a una pieza que marcó diferencia. Apagado en buena parte de los primeros tres cotejos en el evento, el toletero de los Brewers de Milwaukee remolcó tres anotaciones; la última, gracias a un tablazo de cuatro esquinas en el octavo capítulo.
Fue el colofón a otra gran actuación de la Selección Mexicana, que por tercera vez en la historia libra la primera etapa en el máximo evento beisbolístico, aunque esta fue con autoridad, ya que compartió sector con el actual campeón, Estados Unidos.
La planeación ha resultado al manager Benjamín Gil, quien entregará la pelota al estelar Julio Urías para ese duelo, pero el zurdo sinaloense estará apoyado por Randy, un chico que disfruta el juego y es determinante.