Música, lágrimas y recuerdos reinaron en la despedida de Silvia Pinal
MÉXICO.- Los aplausos para Silvia Pinal sonaron fuerte en el Palacio de Bellas Artes, donde la mañana de este sábado recibió un homenaje póstumo con la presencia de sus hijos, nietas y bisnieta; una corona de rosas blancas llamaron la atención porque traía el nombre de Luis Miguel, padre de su nieta Michelle, quien dio un conmovedor discurso sobre la importancia de su abuela en su vida.
Música, lágrimas y recuerdos reinaron en el Palacio, el recinto cultural más importante y donde Silvia recibió un homenaje en vida hace un par de años; hoy, gran parte de su dinastía la despidió entre llanto y muchas palabras de reconocimiento por su legado como madre y artista.
Claudia Curiel Icaza, Secretaria de Cultura, dio inicio al homenaje con el siguiente discurso:
Señoras y señores, muy buenos días.
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura agradecen su asistencia. Muy buenos días a todas las personas que están presentes en este recinto, en el que rendimos homenaje con respeto a la gran Silvia Pinal.
¿Quiénes son los herederos de Silvia Pinal?
Se va la mujer que forjó su nombre como figura fundamental en la historia del cine mexicano e internacional, del teatro, la televisión, la política y la cultura. Primera actriz con más de 70 años de trayectoria ininterrumpida, estrella de la Época de Oro del cine mexicano, pionera de los medios de comunicación, empresaria, madre, pilar de una dinastía. Mujer. Silvia Pinal, diva única e irrepetible, ícono mundial que hoy reconocemos y celebramos.
Para la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, es un honor rendir homenaje a una mujer que el pueblo de México recordará con orgullo y dignidad. Aquella que construyó un puente entre la ficción y la realidad del país, cuyos personajes rompieron con los estereotipos que dominaron una época. Al mostrarse insumisas, irreverentes, sensuales y desafiantes, las mujeres que Silvia Pinal reveló en las pantallas fueron testimonio vivo del parteaguas entre dos tiempos.
¿Cómo olvidar a la deslumbrante 'Viridiana', que desafió prejuicios y se sumó a las discusiones más importantes de su época, luego de que la cinta de Luis Buñuel ganara la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes?
Silvia Pinal no solo destacó por sus brillantes participaciones en el cine, teatro y televisión. Ella abrió camino para decenas de generaciones dedicadas a las artes a nivel mundial. Mujer emprendedora, siempre perseverante y disciplinada, trabajó como ella lo deseó y soñó. Musa de grandes creadores como Luis Buñuel, Emilio "El Indio" Fernández y Diego Rivera, así como alumna de grandes maestros como Carlos Pellicer, Salvador Novo y Xavier Villaurrutia.
Su talento, belleza y sensibilidad quedaron inmortalizados en obras perennes del arte en México, que forman parte de nuestra memoria colectiva.
Con un corazón rebelde, encabezó una cantidad innumerable de proyectos que confrontaron a su época.
Los medios de comunicación nunca volvieron a ser lo mismo después de Silvia Pinal, quien usó el poder de las pantallas para romper tabús, al visibilizar temas de los que se sabía, pero no se hablaba. Demostró que la televisión puede ser una aliada para hacer activismo en defensa de los derechos de las personas, mostró las problemáticas del mundo moderno a través del cine y revolucionó la forma de hacer teatro en nuestro país.
Compañera y amiga de personalidades destacadas de la Época de Oro del cine mexicano, de los medios de comunicación, las artes escénicas y la política mexicana, Silvia Pinal siempre se mostró generosa con quienes se cruzaron en su camino. Con una sonrisa, un abrazo, un consejo, incluso una oportunidad de trabajo.
Abrazo con cariño a Silvia, Alejandra, Luis Enrique, Sylvia Pasquel y a toda su familia. Estoy segura de que el corazón de los mexicanos está hoy con ustedes, con toda la familia Pinal. Igualmente sé que nuestra Silvia ya está en los brazos de Viridiana, a quien tanto amó.
Mujer de retos, de decisiones, premios, reconocimientos y distinciones. Mujer mexicana, ejemplo de persistencia. Silvia, tú nos enseñaste a mirar a las mujeres, sus problemas, sus ambiciones, sus preguntas y su dolor. Que tu nombre sea sinónimo de éxito, que el mundo sea testigo de tu imborrable huella, que hoy brilla con más fulgor.
Silvia Pinal, una mujer que miró el futuro y lo conquistó.
Muchas gracias.
Sylvia Pasquel, hija de Silvia Pinal y Rafael Banquells inició con los discursos familiares dedicados a la actriz de cine, teatro y televisión; fueron sólo mujeres quienes dedicaron palabras de admiración y amor a Pinal.
Intervención de Sylvia Pasquel:
Buenos días, buenas tardes a todos. Hoy estamos aquí en el Palacio de Bellas Artes, que es el recinto más importante de todo nuestro país para despedir por segunda ocasión a Silvia Pinal en este recinto. Hace dos años le rendimos pleitesía aquí, haciéndole un homenaje en vida donde la acompañaron todos sus amigos, productores, actores, compañeros de trabajo y todo su público.
Hoy también nos juntamos aquí para darle la despedida a la más grande diva que ha dado este país. Para todo el público mexicano es una pérdida; pero para nosotros, su familia, se va nuestra amada madre.
Quiero darle las gracias al Palacio de Bellas Artes porque nos abrió sus puertas en aquel hermoso homenaje, y nos abre sus puertas el día de hoy para despedir a esta gran mujer. También quiero darle las gracias a la funeraria J. García López, al licenciado Escapadilla, a la licenciada Guadalupe García, al licenciado Manuel Ramírez, al licenciado José Luis Mendoza, al licenciado Iván López y a la licenciada Irma Maldonado; a todos los que han hecho posible que el día de hoy estemos aquí.
A todos los que nos acompañaron en este tránsito desde hace una semana. A Efi, su compañera de tantos años. A Iván también, quien ha estado constantemente apoyándonos en todo, y a mi amada familia que se encuentra el día de hoy: a mis nietas, a mi hermana, a sus esposos, a sus parejas, a mi hija y a todos sus amigos, compañeros y público que nos acompañan el día de hoy.
Y voy a ser breve porque la emoción no me deja hablar. Disculpen.
Agradezco todas las muestras de cariño, sus palabras en este momento tan doloroso que son un bálsamo. Y digo sí, dolor, porque duele mucho perder no nada más a la más grande diva de este país, dolor que todos los que la miran respetan y quieren, compartimos; hablo del dolor que parte mi corazón al perder a mi más grande amor, a mi niña, a mi más grande amada, con la que compartí desde una concha de dulce hasta la caricia más tierna o la oración más sentida. Mi hermosa, tierna, simpática, ocurrente, bella madre.
Dios está de fiesta porque una de sus hijas más queridas regresa a sus brazos para llenar el cielo de alegría, picardía y arte. ¡Vuela alto, vuela alto, como siempre lo hiciste, querida madre!
Te amamos mucho y hoy te decimos adiós con todo nuestro amor y con todo nuestro corazón.
Gracias.
Alejandra Guzmán también dedicó palabras de admiración y cariño a su madre, y aunque en el programa especial se esperaba que su hija Frida Sofía estuviera presente, esto no ocurrió, la nieta de Pinal le dedicó un mensaje a su abuela a través de redes sociales.
Intervención de Alejandra Guzmán:
Para mí es un honor poder sentir el cariño de todo México y de todo el mundo. Mi madre es grandiosa. Estuvimos todos juntos cuando ella trascendió, cuando ella tuvo su último suspiro, que siempre voy a tener en mi corazón, porque para mí es algo que ella me regaló y que nos regaló a toda la familia, que siempre me enseñó y a todos, que este matriarcado tenía siempre magia, siempre arte, siempre cosas que llevaremos todas.
Y creo que esa es la mejor herencia que puedo tener, esa casa, esa raíz que echó hasta el final siempre. Y quiero que sepan que se fue tan en paz y tan tranquila que se merecía también ella descansar y ver y sentir todo lo que vimos cuando la acompañamos hasta aquí, que es un palacio, y es una reina.
Para mí es la madre más bella, la que me ha enseñado más allá de amar al escenario, todo lo que ella logró y que nunca jamás nadie podrá ni siquiera acercarse. Esa lucha y esa entrega y ese profesionalismo y ese amor que le tuvo a todo su público.
Lo de la plática no es lo mío, pero madre, te extraño, te quiero, te amo, te respeto, te necesito, pero te llevo aquí en mi corazón. Gracias por todo lo que enseñaste, gracias por todo lo que compartimos, gracias por ser eterna.
Gracias.
Michelle Salas, bisnieta de Silvia Pinal, hija de Stephanie Salas y Luis Miguel.
Intervención de Michelle Salas:
Buenos días a todos, primero que nada muchas gracias por acompañarnos en este momento tan importante para nosotros. Hoy estamos aquí para despedir a una mujer que no sólo fue un pilar en nuestras vidas, sino un faro de luz para su familia, su gente y su país entero. Mi bisabuela, La Pinal, fue mucho más que una madre, una abuela o una bisabuela, fue una mujer incansable, que luchó por su familia, por su gremio y, sobre todo, por todas las mujeres.
Nos mostró que el verdadero poder está en nuestros valores, en nuestra determinación y en nuestra capacidad de amar profundamente. Su legado es infinito, porque no solo nos dejó historias y recuerdos, sino un ejemplo vivo de cómo romper paradigmas y transformar el mundo con valentía y gracia.
Hoy, mientras me despido de ella, quiero quedarme con el regalo más grande que me dejó, su amor incondicional. Un amor que me dio fuerza, que me inspiró a ser mejor y que me enseñó que, aunque la vida puede ser breve, el impacto que dejamos puede ser eterno.
La naturaleza sigue su curso y, aunque hoy nuestros corazones están llenos de tristeza, sé que este no es un adiós definitivo. Ella ahora es parte de las estrellas, esas mismas que iluminarán mi camino y el de todos los que tuvimos la dicha de conocerla.
Abuela, sé qué me miras desde un lugar de paz, sabiendo que cumpliste tu propósito aquí en la tierra. Hoy te dejo ir, no con sufrimiento, sino con gratitud y plenitud. Porque en cada decisión que tomo, en cada lucha que enfrento, estarás tú, guiándome como siempre lo hiciste.
Y cada vez que mire al cielo, buscaré tu luz y tu voz diciéndome: "¡Pórtate bien, canija!". Porque en cada estrella, en cada amanecer, en cada momento de amor, estarás siempre tú.
Gracias por amarnos con todo tu ser.
Gracias por tu ejemplo.
Gracias por ser mi guía y mi máxima inspiración.
Descansa en paz, abuela, sabiendo que aquí en la tierra siempre vivirás en nuestros corazones. Te amo para siempre.
Stephanie Salas, primera nieta de Silvia Pinal, hija de Sylvia Pasquel y Mike Salas.
Intervención de Stephanie Salas:
Primero que nada, gracias. Gracias por estar aquí presentes, despidiendo a mi abuela. Gracias por haber estado todos estos días. Yo soy la primera nieta de doña Silvia Pinal. Para mí es un orgullo ser parte de ella, de mi bisabuela María Luisa, porque siempre fueron muy unidas.
Les voy a contar una anécdota que siempre voy a llevar conmigo. Cuando íbamos a algún restaurante o algún lugar público, pues siempre llegaban a pedirle autógrafos a mi abuela o a pedirle una foto. Un autógrafo, claro que sí, por supuesto. Y yo no entendía, era muy chiquilla.
Le decía al público: "¡Pero déjenme a mi abuela, está comiendo! ¿Por qué viene la gente?" No entendía, estaba muy niña. Con el tiempo comprendí que mi abuela no solo era mi abuela, sino que era parte de su público. Y fue hermoso entender eso. Fue maravilloso poder compartir a doña Silvia con todo su público, con todos sus amigos, con toda la gente que la amaba.
Solamente puedo darte hoy las gracias, abuela. Gracias por hacernos amar esta carrera. Gracias, abuela, por compartirnos esa sabiduría tuya, por hacernos sentir amadas como mujeres y salir adelante sin importar nada, siendo autosuficientes, trabajadoras, mujeres que aman el arte.
Hace dos años estábamos haciéndole un homenaje a doña Silvia Pinal, y hoy estamos haciéndote este homenaje de despedida. Gracias por tanto, abuela. Gracias porque nos enseñaste a ser mujeres valerosas, a amarnos entre todas, a valorar tu legado y el de tu hijo también.
A saber que el amor hacia esta carrera es todo para nosotros. Y que todos los días que nos despertamos para el llamado, el espectáculo o para tomar un avión, siempre vamos a acordarnos de que tú nos estás impulsando a saber que esta carrera es de respeto.
No solo de respeto, sino también de muchísimo trabajo, de credibilidad, de entrega, de simpatía, de alegría. Eso lo ve el público, lo ve a través de nuestros corazones y de nuestros ojos.
Te agradezco habernos traído a la vida, abuela. Agradezco el último aliento que estuve contigo, tu belleza, tu aura, todos en armonía, a tu lado. Te voy a extrañar muchísimo, Silvia Pinal.
¡Viva la gran diva, doña Silvia Pinal!
Intervención de Camila Valero, bisnieta de Silvia Pinal
Muy pocas personas tienen la fortuna de tener bisabuela, y muchas menos tienen la fortuna de tener bisabuela por tanto tiempo. En mi caso, 27 años; en el caso de Mitch, no sé decirlo, pero para mí siempre fue, siempre consideré, una gran fortuna tener cuatro generaciones, y aparte, cuatro generaciones de artistas, ¿no?
Mi abuela, el crear siempre lo hizo ver como algo por lo que había que trabajar. Creo que nunca fue algo que nos hizo ver como cualquier cosa. Ella siempre decía, y en estos últimos días le pregunté: "Siempre me están preguntando qué consejo me das, ¿y qué consejo me das para esta carrera?"
Y me dice: "Estudia, estudia, estudia tu personaje, estudia el arte, estudia esta carrera". Creo que eso habla muchísimo de la persona que era: preparada, se tomaba en serio su trabajo, se lo tomaba con amor, con dedicación.
Lo que más deseo en esta vida es poder llegarle siquiera a los talones a mi bisabuelita. Fue la persona más generosa que he conocido, y quizás que voy a conocer. Todos eran bienvenidos siempre en su casa. Navidad era un lugar en donde todos podíamos ir, todos podíamos invitar a gente, todos éramos bienvenidos.
Nunca le negó a nadie un saludo, un autógrafo, una sonrisa. La luz de mi abuelita siempre será infinita. Será la luz que nos guía en nuestro camino siempre.
Muchas gracias, abuelita, por estos últimos días que compartí contigo, que fueron largos, pero también se pasaron muy rápido. Nunca me voy a olvidar de ese último "te quiero" que nos dijimos y ese último apretón de manos que tuvimos.
Te adoro, abuelita, y te vamos a llevar siempre, siempre, siempre en el corazón.