Alcaldesa pide no escuchar narcocorridos; madres dicen no poder controlar del todo lo que consumen los menores en las redes
Por: Octavio Fabela
TIJUANA.- Madres de familia reconocen que, aunque en sus casas tienen cuidado de la música y series a los que tienen acceso sus hijos, no hay forma de controlar los contenidos que existen en internet ni en lo que ven y escuchan otros menores con los que conviven.
La señora Marcela es madre de dos niños de 11 y 14 años, el mayor, dijo en entrevista, sí escucha narcocorridos porque sus amigos lo hacen, aunque refirió que el muchacho, ya que está solo, prefiere otro tipo de música.
Reconoció que, aunque en casa tienen cuidado de la música y las series que ven los menores no sean con contenido violento o que incite a la comisión de algún delito, "el internet es una jungla" por lo que no puede controlar ni con filtros el contenido al que sus hijos tienen acceso.
"La sociedad es muy grande y lo mejor es más que nada no dejarlo porque realmente no hay manera de controlarlo yo puedo controlar a mi hijo, pero no puedo controlar a los hijos de los demás con quienes convive" puntualizó.
La alcaldesa Monserrat Caballero, hizo un llamado para que los padres de familia presten atención a la música y contenidos en internet y televisión a los que tienen acceso sus hijos porque aseguró que, aunque se prohíban conciertos en la ciudad, la educación empieza en casa.
"La normalización no es positiva para los niños, pero eso es de casa: ¿qué les permitimos ver a los niños? Hoy por hoy los niños están expuestos a ver noticias, fotografías de homicidios y escuchar incluso música que hace apología del delito y eso es de casa" dijo la alcaldesa.
Anel Cortes es madre de una niña de 13 años, aseguró en entrevista que en su casa no escuchan narcocorridos ni ven series que inciten a la violencia, por lo que consideró que tampoco su hija gusta de esos contenidos.
Aseguró que cuando en el transporte público escuchan los corridos que hacen apología del delito, su hija le refiere que esa música no es de su agrado, aunque reconoció que en la escuela es probable que la escuche con otros de sus compañeros.
"Es de lo más feo que puede haber, el mensaje que trae, si los niños le ponen atención, no es apto para ellos", expresó.