¿De víctima a victimaria? El caso Julia Wendell, la joven que decía ser Maddie, da un giro radical
En las últimas horas, el caso de Julia Wendell, la joven polaca que aseguraba ser Madeleine McCann, la niña de tres años que desapareció en Portugal en 2007, ha dado un giro sorprendente: la policía estadounidense informó que incautó un celular perteneciente a ella y que actualmente analiza la información.
El caso de Maddie se mantiene como uno de los misterios más grandes del siglo XXI a nivel mundial. A poco de cumplirse 16 años desde la desaparición de la nena británica, los investigadores no han logrado determinar qué fue lo que ocurrió.
A lo largo de los años, se formularon hipótesis que apuntaron en distintas direcciones para intentar dar con el paradero de Madeleine, o al menos para saber quién fue el responsable de su desaparición. Sin embargo, nadie consiguió evidencia concluyente y a partir de allí proliferaron todo tipo de ideas y teorías conspirativas en las redes sociales.
La más reciente fue la de Julia Wendell, una joven polaca de 21 años que se presentó en las redes sociales y los medios como si fuera la propia Madeleine McCann.
Según su relato, fue engañada por sus padres y casi no tiene recuerdos de su infancia. Además, mostró similitudes físicas con Maddie, como una mancha ocular y una marca de nacimiento en una pierna.
Después de mucho insistir y a pesar de la negativa inicial de sus padres por considerar que sería un dolor innecesario para Kate y Gerry McCann, padres de Madeleine, finalmente se realizó una prueba de ADN para demostrar su origen.
El resultado fue concluyente y arrojo que Julia es polaca, con un pequeño porcentaje de orígenes de Lituania y Rusia. Por lo tanto, no es quien decía ser.
Cuando el tema parecía cerrado, el Departamento del Sheriff del Condado de Orange, Estados Unidos, informó a las autoridades polacas que tiene el dispositivo móvil de la joven, el cual habría sido entregado de forma voluntaria, y se encuentran en la etapa de investigación y análisis del material, según consignaron los medios Radar Online y Daily Mail.
La obtención del celular ocurrió mientras la polaca se instalaba en Estados Unidos. Cuando comenzó la exposición por su supuesta relación con el caso McCann, ella y Fia Johansson, una investigadora privada y médium que la acompañó durante el proceso, vivían en el país norteamericano. De acuerdo a lo que se había dado a conocer en su momento, denunciaron que, en Polonia, Jula sufrió amenazas, motivo por el cual tomó la decisión de partir y resguardarse.
¿Pedofilia?
Según el medio The Sun, el objetivo del viaje a Estados Unidos era someterse a una nueva prueba de ADN. Fue en ese viaje que la propia Fia Johansson habría visto imágenes explícitas de niños en el smartphone de Julia Wendell y habría alertado a la policía.
Según el mismo medio, la señalada dijo: "No tenía pornografía infantil en mi teléfono. No soy un pedófila y nunca traté de alentar a ningún adolescente a hacer algo ilegal, malo y repugnante". Recordó que ella misma ha señalado haber sido víctimas de pedofilia.