Jefe de pandilla condenado a cadena perpetua sin libertad condicional
CALFORNIA.- La Fiscal de Distrito del Condado de San Diego, Summer Stephan, informó hoy sobre la sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, más 60 años adicionales, para Jesús Faraj, de 45 años, líder de una pandilla callejera criminal. Faraj fue condenado por ordenar el asesinato de Jimmy Khieu, de 32 años, en febrero de 2019, en un estilo de ejecución.
El domingo del Super Bowl de 2019, Khieu fue baleado en la cabeza y abandonado en una zanja en el vecindario Fox Canyon de San Diego. La investigación inicial no tuvo sospechosos, pero condujo al arresto, cargos y condenas de Faraj y otros tres acusados que actuaron bajo sus órdenes para localizar y asesinar a la víctima.
Stephan comentó: "Este acusado es un criminal despiadado que orquestó un asesinato desde su celda de prisión". Subrayó que este caso evidencia el alcance destructivo de la violencia de las pandillas y su impacto duradero en la comunidad. Afirmó el compromiso continuo para salvaguardar vecindarios de la violencia de pandillas.
Faraj lideraba una de las pandillas criminales más prominentes de San Diego. A pesar de estar en prisión durante casi 20 años, ascendió en la jerarquía de la pandilla y, al momento del asesinato, coordinaba actividades criminales desde la cárcel utilizando teléfonos móviles. Distribuía drogas y armas, buscando control y poder en su vecindario.
El jurado encontró pruebas que respaldaban que Faraj planificó el asesinato de Khieu, llevado a cabo por un exmiembro de la pandilla que se declaró culpable de asesinato en primer grado antes del juicio. Además del asesinato, se descubrieron agresiones y secuestros ordenados por Faraj.
El 29 de noviembre, Peter Burgos, coacusado y tirador, recibió una sentencia de 29 años tras declararse culpable de asesinato en primer grado con arma de fuego. Confesó que el asesinato fue para beneficiar a la pandilla. Por su parte, Steven Chávez y Kristin Zarate, también acusados, recibieron sentencias de 17 y 12 años, respectivamente, por su complicidad en el crimen. El caso fue procesado por el Fiscal Auxiliar Oscar Hagstrom y su equipo.