por Octavio Fabela
27/03/2024 00:50 / Uniradio Informa Baja California / Reportajes especiales / Actualizado al 25/03/2024
TIJUANA.- La zoofilia debe ser castigada con mayor severidad porque los últimos rescates que ha logrado la asociación Nahala han notado un incremento en perritas destrozadas internamente tras ser abusadas sexualmente por humanos.
Lesly Ibarra González, presidenta de la asociación Nahala lamentó que la violencia contra hembras caninas esté aumentando desde que se endurecieron las leyes para castigar la violencia de género en contra de mujeres.
Aseguró que su agrupación que tiene 5 años rescatando mascotas, ha encontrado perritas con los órganos destrozados por abuso sexual y que el daño es tan grave que ya no hay forma de salvarlas y tienen que ser sacrificadas.
Refirió que es en las colonias de las periferias de la ciudad donde se han encontrado con el mayor número de casos de abuso, pero también entre personas en situación de calle que se rodean de perros y en ocasiones utilizan a las perras para satisfacción sexual.
"Las zonas más marginadas, especialmente las de bajos recursos, son donde ocurre esto con mayor frecuencia. Por ejemplo, hay personas sin hogar que efectivamente cuidan a los animales, pero también hay muchos que los tienen para fines negativos.", agregó Lesly Ibarra
Hizo un llamado para que quienes aspiran a integrar el Congreso del Estado, analicen reformas que castiguen con mayor severidad los casos de zoofilia ya que está práctica está aumentando y quienes son sorprendidos reciben penas menores.
"Queremos que se promulguen leyes que verdaderamente impongan castigos severos, en lugar de simplemente quedar con multas o escapar de las consecuencias mediante sobornos", expuso Lesly Ibarra
"Es crucial promover leyes que obliguen a la esterilización, imponiendo multas más severas para quienes no cuidan ni respetan a los animales, de modo que no puedan eludir las consecuencias con penas de cárcel temporales", expresó Lesly Ibarra
Añadió que en la actualidad, en la fundación, muchas personas que llegaban solicitaban un perro como si fuera un juguete para sus hijos. Siempre se les recordaba que un perro no es un juguete, sino una responsabilidad. Se enfatizaba en la importancia de educar sobre este tema desde el hogar, promoviendo el cariño, el respeto y la esterilización para reducir la venta indiscriminada de animales.