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También llegan a Tijuana desplazados por el cambio climático

La falta de oportunidades y el clima de inseguridad en Guerrero llevaron a Alfredo a tomar la difícil decisión de salir con su familia hacia Tijuana. Sin embargo, el viaje fue largo y lleno de penurias.

Otis
Otis Archivo

por Manuel Ayala

02/01/2025 16:50 / Uniradio Informa Baja California / Reportajes especiales / Actualizado al 03/01/2025

TIJUANA.- El desplazamiento causado por el cambio climático es una realidad que afecta cada vez a más personas, y Tijuana ha comenzado a recibir a víctimas de este fenómeno. Entre ellas se encuentra Alfredo, quien pidió ser identificado así por motivos de seguridad. Alfredo narró una dura travesía marcada por la violencia y los desastres naturales, que lo llevó de Michoacán a Guerrero, y finalmente a Tijuana, donde actualmente espera su cita de asilo en Estados Unidos desde un albergue.

Alfredo explica que primero fue desplazado de su tierra natal, Michoacán, debido a la violencia que azotó su comunidad. Sin embargo, la tragedia volvió a alcanzarlo en Guerrero, cuando el huracán Otis devastó la región el 25 de octubre. 

"Era mi negocio, tenía mi camioneta para trabajar, pero me lo quitaron todo. Sólo pude salvar los papeles de mi familia. Luego vino el huracán Otis, y fue algo que nunca olvidaré. Empezó alrededor de la 1:30 de la mañana y terminó cerca de las 3. Fueron horas de terror. Ahora lo cuento tranquilo, pero en ese momento fue algo horrible, algo que no le deseo a nadie", relató.

Tras el paso del huracán, Alfredo describió escenas desoladoras en Coyuca de Benítez: animales muertos, calles inundadas, y comunidades completamente aisladas sin electricidad ni comunicación. 

"Cuando amaneció, no había nada que comer. Salimos a buscar algo, y la gente empezó a saquear las tiendas. Fue algo increíble y triste a la vez", recordó.

La falta de oportunidades y el clima de inseguridad en Guerrero lo llevaron a tomar la difícil decisión de salir con su familia hacia Tijuana. Sin embargo, el viaje fue largo y lleno de penurias.

"Duramos seis horas caminando sin comunicación. Después intenté viajar en autobús, pero me estafaron y me quitaron el dinero. Fueron tres días y tres noches para llegar aquí. A pesar de todo, doy gracias a Dios por los albergues en Tijuana y por las personas que ayudan con lo poco que pueden. Es algo que uno valora de corazón", expresó.

Alfredo destacó que, aunque muchos consideran que los migrantes internacionales sufren más, él considera que todos enfrentan grandes dificultades.

 "Todos sufrimos de manera diferente. Nosotros, como mexicanos, también pasamos por momentos muy duros. Pero aquí estoy, echándole ganas y esperando un futuro mejor para mi familia", concluyó.