por Alberto Elenes
09/01/2024 10:00 / Uniradio Informa Baja California / Reportajes especiales / Actualizado al 09/01/2024
- La familia "Martínez", de una comunidad cercana a Coyuca de Benítez Guerrero, busca asilo en EE.UU. tras ser amenazada por el crimen organizado.
- Desesperados por su seguridad, narra su dramática huida hacia Estados Unidos después de la muerte de 13 compañeros en manos del crimen organizado, incluyendo al secretario de seguridad Alfredo Alonso.
TIJUANA.- La familia "Martínez", como las nombraremos como medida de seguridad, es una familia de policías de una comunidad cercana a Coyuca de Benítez, Guerrero, que ha cruzado la frontera hacia Estados Unidos en busca de asilo. Este dramático escape sigue al secuestro y asesinato en una emboscada de 13 policías, incluyendo al secretario de seguridad Alfredo Alonso, ocurrido a fines de octubre de 2023.
Padre e hija, él con 19 años en la Policía Municipal de esa comunidad y ella con dos años, compartieron los detalles de su pesadilla. En su propia casa, fueron víctimas de un grupo armado que, tras un interrogatorio y amenazas, los dejó con la advertencia de trabajar para ellos.
"Fuimos víctimas del crimen organizado allá en nuestro pueblo. Llegaron a nuestra casa, nos sacaron, me esposaron", expresó el señor Martínez, ex policía de Coyuca de Benítez.
"Pues, como dijo mi papá, nos pidieron nuestros y nos dijeron que los iban a revisar, que, si ellos encontraban algo de lo que buscaban, pues íbamos a ser los primeros muertos. El líder de ellos nos dijo que nosotros estábamos limpios, que ya nos dejaran, pero que ahora íbamos a trabajar para ellos, que no le dijéramos a nadie, que no le diéramos parte a ninguna autoridad, y entonces, nos dejaron ahí libres", contó la hija, también ex policía de Coyuca de Benítez.
La familia vivió oculta en el monte, enfrentándose al temor constante de ser descubiertos, hasta que la Fiscalía y el Ejército intervinieron para rescatarlos. A pesar de la liberación, se enteraron del trágico destino de sus compañeros y del rescate solicitado por los criminales.
"Lo que queremos es estar más seguros, porque ya para nuestro pueblo pues ya no podemos regresar", dijo el señor Martínez.
La familia ya en Estados Unidos espera encontrar asilo y confía en que, a pesar del trauma vivido, podrán comenzar de nuevo.
"Comenzar desde abajo otra vez y pues si empezamos a trabajar, yo siento que pues echándole ganas vamos a salir adelante", agregó.
Lo que esta familia ha experimentado no solo evidencia la fragilidad a la que se enfrentan los policías mexicanos en ciertas regiones del país ante la brutalidad del crimen organizado, sino también la ardua travesía que emprenden en su búsqueda de seguridad y justicia.