Sociedad

Altar de Muertos: ¿Qué elementos debe de llevar?

Los primeros dos días de noviembre, comienza la gran fiesta del Día de los Muertos
Altar de Muertos Archivo
Redacción Web 01-11-2024

Cada año, en México, los primeros dos días de noviembre, comienza la gran fiesta del Día de los Muertos. Muchas familias colocan ofrendas y altares.

Un altar es un vínculo que durante estas fechas nos permite recordar a nuestros difuntos y hacerles una ofrenda con las cosas que en vida disfrutaban.

Los elementos principales son los siguientes:

La ofrenda principal.

Son objetos que conectan a la persona fallecida con la que aún se encuentra con vida. 

Cempasúchil.

Se cree que el olor y su color llamativo atraen a las almas a sus ofrendas en el altar.

Veladoras.

Simbolizan la luz en el camino que dirige a los espíritus de los fallecidos de vuelta a nuestra realidad.

Comida.

Entre los alimentos comunes se encuentran el pan de muerto, el mole, las frutas, el chocolate y el atole. También se pone lo que en vida les gustaba a nuestros seres queridos.

Bebidas.

El agua es fundamental para después del extenso recorrido de vuelta. Se dejan en el altar para saciar la sed de las almas de los fallecidos.

Calaveras de azúcar.

Las calaveras de azúcar son una representación alegre de la muerte.

Fotografías 

En el altar, se colocan fotografías de aquellos a quienes amamos y ya no están entre nosotros, se ponen para que, de alguna manera, puedan identificar su lugar en la ofrenda.                                                                                               

El papel picado.

Se cuelga alrededor del altar y debajo de la ofrenda, suele tener colores llamativos y representa la unión de los mundos, el de los muertos y el de los vivos.

El altar de muertos representa la riqueza espiritual y cultural de México. Cada componente significa algo para cada persona, y su elaboración es un gesto de amor y gratitud hacia los seres fallecidos, además de una promesa del recuerdo eterno.

El Día de Muertos se considera una celebración a la memoria y un ritual en el que gana el recuerdo sobre el olvido, no se ve a la muerte como una despedida, sino como un hasta luego.