por Redacción
22/01/2025 11:08 / Uniradio Informa Baja California / Sociedad / Actualizado al 22/01/2025
MÉXICO.- Funcionarios del gobierno de Estados Unidos anunciaron este miércoles que enviarán hasta hasta mil 500 soldados en servicio activo a la frontera sur en los próximos días, para poner en marcha planes detallados en las órdenes ejecutivas que firmó el presidente Donald Trump sobre migración.
Se espera que el secretario de Defensa en funciones Robert Salesses firme las órdenes de despliegue el miércoles, pero no queda claro por ahora qué efectivos o unidades irán, y la cifra podría fluctuar. Queda por ver si los militares terminarán aplicando leyes, lo que los pondría en un rol totalmente nuevo.
Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque el anuncio aún no se ha hecho. Se espera que las fuerzas se utilicen para apoyar a los agentes de la patrulla fronteriza, con logística, transporte y construcción de barreras.
Frenar la migración, prioridad de EU
El nuevo jefe de la diplomacia estadunidense, Marco Rubio, promete una "política exterior pragmática" que en el caso de América Latina se centrará en "frenar la migración masiva" y "garantizar la seguridad de las fronteras".
Para construir un departamento de Estado "más innovador, ágil y centrado" prevé "reemplazar algunas prioridades, despriorizar algunos temas y eliminar algunas prácticas", según un comunicado publicado este miércoles.
"Tenemos que frenar la migración masiva y garantizar la seguridad de nuestras fronteras", afirma, en la línea con la prioridad máxima del presidente Donald Trump.
"Nuestras relaciones diplomáticas con otros países, particularmente en las Américas, priorizarán la seguridad de las fronteras de América, parar la migración ilegal y desestabilizadora, y negociar la repatriación de migrantes ilegales", advirtió.
Trump prometió la deportación masiva de migrantes en situación irregular, pero está por ver si países como Cuba, Nicaragua y Venezuela los aceptan y cuántos recibirán los demás.
Rubio, hijo de migrantes cubanos y que habla español con fluidez, quiere dejar atrás el "enfoque en causas políticas y culturales que son divisivas en casa y profundamente impopulares en el extranjero" para, según él, "volver a los fundamentos de la diplomacia".
De este modo prevé "llevar a cabo una política exterior pragmática en cooperación con otras naciones" por el bien de los intereses de Estados Unidos.