Expertos analizan la migración como industria en The Migration Conference en la IBERO
-Participan la Dra. María Dolores París Pombo, del Colef; la hermana María Magdalena Silva, del albergue Cafemin, y el senador Emilio Álvarez Ícaza.
-Abordan el tema "Inmovilidades y derechos humanos en las Américas" en sesión plenaria.
CIUDAD DE MÉXICO.- La migración es también una industria, una enorme fuente de recursos económicos controlada por el crimen organizado y en buena parte coludida con el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional (GN), en el marco de una sistemática violación a los derechos humanos, coincidieron la Dra. María Dolores París Pombo, del Colegio de la Frontera Norte; la hermana María Magdalena Silva Rentería, fundadora y directora del albergue para migrantes Cafemin, y Emilio Álvarez Ícaza, del Senado de la República.
Durante la sesión plenaria "Inmovilidades y derechos humanos en las Américas", con la que inició The Migration Conference en la Universidad Iberoamericana, los tres especialistas ahondaron en el tema de la migración en México desde el punto de vista académico, legislativo y de la experiencia del día a día del trabajo con migrantes.
El senador Emilio Álvarez Ícaza ejemplificó el ejercicio sistemático de violación estructural de los derechos humanos en México con el caso del incendio de la estación migratoria en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando "se tomó la decisión de dejar morir a 40 migrantes" en un "crimen de Estado" sucedido el 27 de marzo de 2023, según sus palabras.
Con lágrimas en los ojos, el ex Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contó el caso de uno de los 27 sobrevivientes del incendio en Ciudad Juárez, a quien un año después tuvieron que amputarle el brazo, ya que en alguna de las cirugías a las que fue sometido le dejaron unas pinzas dentro de su cuerpo. "Así se trata a los migrantes en México. Este país se debe una profunda disculpa", lamentó.
A razón de mil personas al día en promedio, México acepta cada año a alrededor de 350 mil personas expulsadas de Estados Unidos para que superen sus trámites migratorios y esperen la respuesta del asilo, señaló Álvarez Ícaza, lo que provoca una sobresaturación de campamentos de migrantes y asilos.
Un ejemplo de ello es el caso del albergue Cafemin, dirigido por la hermana María Magdalena Silva -quien lleva 13 años trabajando con migrantes-, ubicado al norte de la Ciudad de México. Con una capacidad para atender entre 100 y 150 personas, al día recibía hasta 800. Tuvo que cerrar debido a que el crimen organizado comenzó a cobrarles derecho de piso, lamentó la religiosa y coordinadora de la Comisión de Fortalecimiento Institucional de la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes.
Desde 2014, México detiene y deporta a más migrantes centroamericanos que el propio Estados Unidos. La mayor parte del trabajo de detención y deportación se hace ahora aquí, como parte de la estrategia conocida como externalización; es decir, la expansión de la política migratoria de países del norte hacia países del sur, según explicó la Dra. María Dolores París Pombo, durante un repaso histórico y académico de este fenómeno y sus consecuencias a nivel de violaciones a derechos humanos.
En particular abundó sobre las políticas de control migratorio, las de seguridad fronteriza y las de asilo, que han llevado a un enorme crecimiento de solicitudes de refugio en México, lo que se ha multiplicado por 100 en tan sólo cinco años, entre 2015 y 2019. Consecuencia de ello, las y los migrantes pueden esperar meses y hasta años en grandes campamentos o en situación de calle, en la frontera norte de México y también en otras ciudades como la misma capital.
Todo ello supone el crecimiento de una industria muy atractiva para el crimen organizado, donde son generalizados los casos de extorsión, robos, violaciones (el 90 por ciento de las mujeres que llegan a albergues han sido violadas al menos una vez, informó la hermana María Magdalena) y otros tipos de violencias. La política migratoria se enfoca en detener y deportar, lo que en muchos casos, termina en secuestro y trata de personas, ya sea para explotación sexual o para trabajos forzados dentro de las organizaciones criminales, condenó la Dra. París Pombo.
La hermana María Magdalena y Emilio Álvarez Ícaza descartaron que el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum vaya a cambiar algo en el tema de la política migratoria, ya que prevén que continúe la del sexenio presente, enfocada en la militarización del país, la detención de migrantes y en estrategias como Sembrando Vida.
El senador urgió a la población mexicana a "regresar a los criterios de solidaridad", en contra del crecimiento de la xenofobia hacia los migrantes. Mientras la religiosa concluyó diciendo: "Soy mujer de esperanza y en quien sí creo y confío es en ustedes, en la sociedad civil".