Graduación de escuela comunitaria Nueva Esperanza fue en la calle, a falta de espacio
- Está en medio de la invasión del Arroyo Alamar.
Por: Octavio Fabela
TIJUANA.- Los 20 niños que terminaron su instrucción primaria en la escuela comunitaria Nueva Esperanza celebraron su graduación en la calle por falta de espacio en el plantel, que está edificado con maderas de desecho a un costado de la moderna planta de Amazon, en el Cañón del Padre, en medio de la invasión del Arroyo Alamar.
La escuela fue formada hace siete años a iniciativa de los vecinos, aunque ya hay servicio de agua potable en la zona y de energía eléctrica las dos generaciones de alumnos que han egresado de ese plantel no han contado con los servicios básicos.
La maestra Miriam Patricia Chávez, quien da clases en ese plantel, lamentó que las condiciones en las que se imparten las clases son precarias lo que provoca que los niños no tengan el rendimiento académico que se esperaría, afectando el proceso de enseñanza aprendizaje, además de que el mobiliario ha sido donado por instituciones altruistas.
"Hay mucha carencia en esta escuela. Nos afecta a los niños, el calor ahorita que es insoportable, no contamos con luz, el mobiliario apenas el ciclo pasado lo obtuvimos por apoyos que estuvimos solicitando", comentó.
La Escuela Nueva Esperanza atiende a más de 170 niños, brindando apoyo a aquellos que han llegado a Tijuana en los últimos meses y no encuentran lugar para estudiar, la mayoría de los alumnos son migrantes como el de la señora Ana Cely Morga Madrid que tiene 20 años habitando en la zona conocida como cartolandia.
"No tenemos espacio, por eso se está haciendo aquí en la calle este evento, necesitamos muchos espacio y son muchos niños los que están aquí estudiando y ya tenemos 20 años viviendo acá", expresó.
Para la conclusión del presente ciclo escolar, los alumnos tuvieron que estudiar los últimos días bajo condiciones de extremo calor. Por la falta de un espacio para las ceremonias salieron a la calle para la celebración de la graduación de la segunda generación en la que festejaron a 20 niños que concluyeron su instrucción primaria.