Guerrero: 70% de estudiantes en riesgo de rezago por huracán Otis
GUERRERO.- En Guerrero, tras el paso del huracán Otis, más del 70% de los estudiantes enfrentan riesgo de rezago académico. Las autoridades educativas han enfocado los esfuerzos de reconstrucción en Acapulco y Coyuca de Benítez, abarcando solo el 18% de las instalaciones educativas en estos municipios. Sin embargo, aún no hay un reporte oficial sobre los planteles afectados en el resto de las zonas declaradas como desastre.
A pesar de los esfuerzos, la reconstrucción de escuelas no es una prioridad en el Plan General de Reconstrucción del estado. La situación educativa ya deteriorada en Guerrero podría empeorar como consecuencia. El huracán Otis generó una crisis humanitaria en la costa de Guerrero, afectando la falta de acceso a servicios básicos, destruyendo viviendas y dañando los servicios públicos. Las escuelas en los municipios afectados fueron cerradas temporalmente por la autoridad educativa local.
Aunque se han reportado daños en 369 planteles, estos informes se limitan a Acapulco y Coyuca de Benítez, cubriendo solo 2 de los 46 municipios señalados como desastre. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), dentro de los 46 municipios afectados por el huracán, hay 625 mil estudiantes, 38 mil docentes y 7 mil 498 escuelas de educación obligatoria afectadas por el cierre debido a la emergencia.
La falta de una estrategia para prevenir los estragos de esta crisis en la educación es alarmante. La recuperación educativa no está siendo priorizada en el Plan de Reconstrucción de Guerrero, que destina fondos principalmente a otros servicios. Además, no se ha trazado una ruta de emergencia para la reconstrucción prioritaria de escuelas.
La situación es crítica, ya que Guerrero, siendo la entidad menos competitiva del país según el Índice de Competitividad Estatal, muestra deficiencias educativas previas. La interrupción prolongada de clases durante crisis pasadas dejó un claro impacto en la formación y aprendizaje de los estudiantes, afectando su futuro profesional.
El recuento acertado de los daños y la colaboración entre gobierno, ONGs y la comunidad es esencial. La atención a la salud emocional es necesaria, pero la continuidad del aprendizaje debe ser prioritaria. Estrategias flexibles y apoyo son fundamentales para garantizar el aprendizaje en todos los municipios afectados.