Inicia proyecto de pepino de mar en el CICESE
ENSENADA.- Un grupo de investigación del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Baja California, inició este año un proyecto para desarrollar la biotecnología de cultivo de dos especies de pepino de mar que habitan en las costas de Baja California, el cual es financiado por el Consejo Nacional de Humanidades Ciencias y Tecnologías (Conahcyt).
El equipo de investigación está integrado por el doctor Benjamín Barón y las doctoras Beatriz Cordero y Magali Zacarías, especialistas del Departamento de Acuicultura del CICESE.
Las especies consideradas en el proyecto son Isostichopus fuscus, cuyo nombre común es pepino de mar café, y Apostichopus parvimensis, conocido como pepino de mar verrugoso.
Isostichopus fuscus es una especie de alto valor comercial que debido a su sobreexplotación está incluida en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT como especie en peligro.
El equipo de investigación solicitó el permiso de captura científica ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el cual está en proceso de ser aprobado. Por ello, los trabajos iniciaron con Apostichopus parvimensis, especie que no está incluida en la NOM-059-SEMARNAT.
Magali Zacarías explicó que además de su relevancia económica, el pepino de mar es importante desde el punto de vista ecológico porque en su proceso de alimentación remueve los residuos sólidos del fondo marino y oxigena esas áreas.
Como consecuencia del declive de sus poblaciones, se ha observado que las zonas que habitaban se convierten en zonas anóxicas, es decir, sin oxígeno, lo que provoca que muera todo alrededor.
Por su parte, Benjamín Barón destacó que "el cultivo de especies como el pepino de mar, el ostión y los abulones es más asequible para el sector social, ya que no requiere de una infraestructura tan compleja y costosa como los cultivos de peces marinos y eso da un aliciente diferente".
Con estas ventajas en mente, presentaron el proyecto en la Convocatoria de Ciencia Básica y de Frontera 2024-2025 del Conahcyt, el cual comenzó a financiar la investigación a partir de junio de este año.
Cultivar alianzas
Para Benjamín Barón los alcances del proyecto no dependen exclusivamente de los hallazgos científicos, sino también de la sinergia con autoridades y cooperativas. Como parte del proyecto, el equipo entabló un convenio de colaboración con la Sociedad Cooperativa Piripichi S.C. de R.L., que cuenta con permisos para la captura de reproductores de Isostichopus fuscus.
Comentó que en los recorridos que han hecho hasta ahora con las cooperativas, ya identificaron sitios idóneos para instalar la infraestructura que se necesita para el cultivo del pepino de mar.
"En la zona del Golfo de California hay sitios fabulosos para hacer eso, hay muchas áreas con protección natural porque hay muchos islotes y están ideales para hacer ese tipo de cultivo", detalló.
Además de los sitios para comenzar a implementar los cultivos en las costas de Baja California, también han visualizado cómo aportar en otros aspectos de las etapas de producción.
Una de ellas es que los pepinos de mar que son producto de la pesca y no tienen el peso deseado pasen por una etapa de engorda antes de ser comercializados, por lo que también se trabajará en la formulación de alimentos para estos organismos.
"Si están en una condición inadecuada para comercializarlos, que los engorden en una instalación propia para que ganen peso y los vendan a mejor precio", comentó el investigador.
Por ahora ya constataron el interés por parte de las cooperativas y se proponen impulsar el cultivo de pepino de mar en Baja California, tanto en las costas del Golfo de California como en las del Pacífico.