Liberan en EU a exjudicial acusado de asesinar a "Kiki" Camarena; permaneció 36 años en prisión
MÉXICO.- Raúl López Álvarez, un ex policía mexicano condenado por el asesinato del agente de la Administración de Control de Drogas (DEA), Enrique "Kiki" Camarena, fue liberado el 12 de junio pasado, según los registros de la Agencia Federal de Prisiones de Estados Unidos.
López Álvarez, quien fue sentenciado a 249 años de prisión por la tortura y asesinato del agente antidrogas, pasó 36 años de su vida en una prisión estadounidense por un crimen que afirma no haber cometido.
La liberación se produjo después de que el juez federal de Estados Unidos, John A. Kronstadt, ordenara la reapertura del caso de Raúl López Álvarez por el asesinato de Enrique "Kiki" Camarena, ocurrido en 1985.
El juez también dictaminó la celebración de un nuevo juicio, tras descubrir irregularidades durante el proceso judicial.
López Álvarez es un expolicía judicial de Guadalajara que fue detenido el 26 de octubre de 1987 en Los Ángeles y condenado a 249 años de cárcel por ayudar, instigar y participar en el secuestro y asesinato de Enrique "Kiki" Camarena.
Cuando el exjudicial fue detenido e ingresado en el Reclusorio Norte hace más de 30 años, aseguraba estar implicado en el secuestro de Enrique Camarena Salazar. Se decía uno de los brazos derechos de los narcotraficantes Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, quienes también fueron implicados en estos hechos.
Sin embargo, el acusado reconoció el año pasado que las declaraciones a Abel Reynoso y José Reyes García, otro agente de la DEA y un testigo que lo inculparon, eran falsas y fruto de una actitud fanfarrona con la que pretendía impresionar a sus compañeros de celda, pero que no secuestró ni mató a Camarena.
Además, desde 2019 ha señalado que el FBI había incurrido en una serie de irregularidades durante el proceso que derivó en su encarcelación y el juez Kronstadt le dio parcialmente la razón en otro documento judicial que data del pasado 23 de febrero.
La condena de López-Álvarez se basó en las pruebas de Michael Malone, un agente al frente del laboratorio de fibras del FBI que dijo haber encontrado cabellos en una casa ubicada en Guadalajara donde fue asesinado "Kiki".
No se pudo demostrar que los cabellos fueran de López-Álvarez, pero se infirió que él era uno de los responsables después de que el tribunal conociera el supuesto falso testimonio del condenado en su conversación con Reynoso y Reyes García.
El juez Kronstadt ordenó liberar al expolicía mexicano de 64 años el pasado 12 de junio. Quedó bajo la custodia del Servicio de Ciudadanía e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, según reportes de la periodista Laura Sánchez Ley.
Si bien López Álvarez logró salir de prisión luego de casi cuatro décadas, tendrá que permanecer en libertad supervisada durante cinco años. En ese periodo deberá someterse a una serie de condicionantes, como realizarse exámenes toxicológicos de manera recurrente.