Vecinos denuncian que lleva 8 meses una zanja dejada tras reparaciones de la Cespt, peligrosa para autos y peatones
TIJUANA.- Hace ocho meses, la Comisión Estatal de Servicios Públicos (Cespt) realizó reparaciones en la esquina de las avenidas Murúa Martínez y Camino Viejo al Murúa. La zanja que abrió no la cerró y con las lluvias se ha convertido en un riesgo para peatones y automovilistas.
Para tratar de alertar, vecinos colocaron una silla justo en la parte más honda de la zanja, las corrientes de agua que se forman en esa esquina la derriban y ya varios automovilistas han caído durante los días lluviosos.
José Luis, un vecino de la zona, explicó que, aunque se hacen reportes continuamente, la Cespt no atiende.
La zona en la que cavaron la zanja es una bajada natural del agua que proviene de colonias como Rinconada Otay y Valle Vista, entre otras.
Para la señora Rocío, es necesario que la autoridad atienda el problema, ya que muchos transeúntes se dirigen a esa esquina para abordar el transporte público y con la alcantarilla abierta, es difícil ver el terreno, sobre todo en los días de lluvias.
David necesita el transporte público, en los días de lluvia debe gastar más para trasladarse ya que sabe que es un área peligrosa, por lo que decide pagar un servicio por aplicación para poder llegar al trabajo.
Además de la obra inconclusa de la Cespt, las dos rutas de acceso están destrozadas, no hay un espacio de pavimento sin baches y en un recorrido realizado este domingo se pudieron apreciar todas las alcantarillas destapadas.
Las avenidas Camino Viejo al Murúa, y Murúa Martínez, recorren lo que fueron arroyos de que buscan llegar al cauce del arroyo Alamar por lo que, durante los días de lluvia, reciben gran cantidad de agua.